viernes, 8 de octubre de 2010

Sujetos de Observación

Al llegar al templo de los Testigos de Jehová, lo primero que nos llamó la atención fue la forma en que nos recibieron en la entrada. Había un joven parado en la puerta, quien nos dio la bienvenida con un apretón de manos y nos dio a cada uno una biblia, titulada “Traducción del nuevo mundo de las santas escrituras”; luego de esto nos orientó y nos ubicó en nuestros sitios. Una vez que estuvimos situados empezamos a realizar la observación y, lo primero que pudimos ver fue que la gran mayoría de los asistentes a la reunión estaban vestidos de manera elegante. En el caso de los hombres, vimos que casi ninguno estaba con jeans y menos zapatillas, todos estaban con terno o con pantalones de vestir y camisas; en cuanto a las mujeres, la mayoría estaba con faldas debajo de la rodilla o pantalones de color entero, con chompas o sacos.

En cuanto a las actividades que pudimos observar mientras que estuvimos en la reunión fue que la reunión estaba dividida en partes, y era bastante dinámica. Se hablaron de diferentes temas durante la reunión, en un momento se habló sobre Jehová y Satanás, luego se empezó a hablar en general acerca del trabajo de los Testigos de Jehová y, por el final de la reunión, uno de los “ancianos” (se les llama ancianos a los predicadores, por así decirlo, éstos son siempre hombres y son los que dictan las charlas y las clases a los demás hermanos) empezó a hablar acerca del cumplimiento de las asignaciones de los hermanos y de la forma en que éstas estaban siendo desarrolladas. Lo que más nos llamó la atención fue que toda la reunión fue dinámica, mientras que los ancianos predicaban y leían la biblia, hacían preguntas a los hermanos presentes en el público y quien quería responder la pregunta levantaba la mano e inmediatamente se le entregaba un micrófono para que pudiera mencionar su punto de vista, l cual siempre era aceptado positivamente.

Mientras que los ancianos brindaban la charla, los demás miembros permanecían muy atentos, siguiendo las lecturas ya sea en sus biblias o en otro libro titulado “Ven, sé mi seguidor”. Además, una vez que el anciano realizaba una pregunta acerca de la lectura, inmediatamente podíamos ver que los miembros de la reunión levantaban la mano, dispuestos a contestar a las preguntas del anciano. Algo que llamó mucho nuestra atención fue que los ancianos sabían los nombres de casi todos los miembros del público, refiriéndose a ellos siempre como “hermano o hermanita”, seguido por sus respectivos nombres. Hubieron partes en la reunión donde el anciano llamó al frente a grupos de hermanos, siempre de a dos, y en esta ocasión fueron siempre mujeres. Las llamaba al frente, pero no así al altar, sino a una mesita que estaba situada al costado del altar, las mujeres se sentaban a conversar ahí, cada una con un micrófono, y empezaban a hacerse preguntas y responderlas, en base a la biblia. Además, pudimos ver que en algunas ocasiones, las preguntas eran como un tipo de entrenamiento para saber responder las preguntas que podrían hacerles cuando iban de casa en casa buscando seguidores.

Finalmente, podríamos concluir diciendo que la experiencia fue bastante enriquecedora. Como observadores y, sobre todo, como personas ajenas y nuevas en esa situación, debo admitir que nos sentimos muy cómodos en todo momento. El trato que recibimos desde que llegamos hasta que nos fuimos fue óptimo. Como mencionamos al principio de este artículo, cuando recién llegamos, nos recibieron en la entrada del templo con un “bienvenidos a nuestro templo”, seguido por un fuerte apretón de manos, asimismo, durante el transcurso de la reunión, como nosotros estábamos un poco perdidos por ser la primera vez que asistíamos, los hermanos que estaban sentados cerca nuestro se mostraron muy atentos, y nos ayudaron en todo momento a poder encontrar las lecturas indicadas en la biblia, y nos enseñaron cómo teníamos que leer la letra de las canciones. Cuando la reunión terminó y estábamos a punto de retirarnos, un grupo de 5 mujeres se nos acercó a darnos la bienvenida, nos preguntaron qué tal nos había parecido la reunión, nos ayudaron a resolver algunas dudas que teníamos y, finalmente, nos dijeron que volvamos cuando quisiéramos, que siempre íbamos a ser bienvenidos en el templo de Jehová.

1 comentario:

  1. Buena descripción, permite sentir cómo fue la experiecnia y lamanera como fueron recibidos. Tal vez podrían darse mayores detalles de las características físicas de los miembros de la agrupación

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